Alejandra Cattaneo

07 junio 2019

No hay comentarios

Casa EMOCIONES

El Virus de la Queja

El Virus de la Queja

Por un momento presta atención a cómo hablas y cómo te hablas, ¿de qué manera te expresas cotidianamente?; si estás constantemente criticando y hablando de tus penas, malestares, sufrimientos, de forma penosa o negativa, utilizas la herramienta de la queja de forma disfuncional.

En este rol de «quejica» intentas llamar la atención y buscas la empatía de forma negativa y cuando tu lenguaje habitual es criticar los defectos de los demás, te transformas en una persona tóxica, que a su vez desparrama esa energía contaminada a todo el que escucha y se entra en una espiral de contagio de queja y crítica.

Este “habito de expresión” si no lo corriges se transforma en parte de tu personalidad y en tu modo de relacionarte.

Quizás lo que no sabes es que eso tiene un efecto rebote, porque toda crítica y juicio que haces a los demás es como clavarte un alfiler por cada palabra, así que piensa un momento: ¿cuántos alfileres tienes en tu cuerpo? y esto no es metafórico,  esta comparación te dará la proporción del dolor o achaques que puedas tener.

¿Te pusiste a pensar que logras con las quejas?. ¿Haces algo con ello?.  ¿Te quejas pero luego accionas para cambiar las situación molesta?. ¿O es una simple limpieza de tu basura emocional y te quedas tan a gusto, sin importar lo que le pase al otro?. ¿O eres de los que se quejan y se enroscas como una víbora?,  enfadándose y haciendo de todo un problema existencial y te quedas ahí mascullando y tragando rabia… haciendo conjeturas y ovillos mentales frustrado porque nada sale como tu quieres, o los demás no se comportan o están a tu altura de tus expectativas…  Obsérvate… ¿de quien es el problema?, con esta dinámica ¿quien sale perjudicado?

CONSECUENCIAS

NEGATIVA

PASIVA

ESTRESADA

ENVIDIOSA

CELOSA

AMARGADA

POR ENDE TOXICA

Y POSIBLEMENTE ENFERMA O CON DOLORES EN EL CUERPO

ACCIONES DE CAMBIO

  • Asumir que eres Quejica y comprometerte a cambiar.
  • Pensar antes de hablar o callar si no sabes que decir.
  • Transforma las quejas en soluciones.
  • Revertir las formas de expresiones habituales.
  • Concentrarse en las cosas favorables de tu entorno y lo que te hace sentir bien
  • Utiliza la gratitud para transformar la energía.
  • Piensa que cada vez que hables al otro te hablas a ti. Pon tu cara en su cara y viceversa.
  • Dibuja un muñeco y cada vez que te quejes hazle un punto rojo.

Consejo del Dalai Lama

Cada día, cuando te despiertes, piensa hoy me siento afortunado de estar vivo, tengo una preciosa vida humana, no voy a desperdiciarla. Voy a utilizar todas mis energías para desarrollarme, para ampliar mi corazón a los demás; para alcanzar la iluminación para el beneficio de todos los seres. Voy a tener buenos pensamientos hacia los demás, no voy a enojarme o pensar mal de otros. Voy a beneficiar a los demás tanto como pueda.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?