ace ya mucho tiempo que no me siento frente a un papel en blanco. Con tantas cosas, pensamientos, ilusiones, proyectos y aspectos de mí que quisiera expresar, pero al intentarlo me invade un sentimiento de cobardía o quizás miedo, de que aquello que tanto guardo quede plasmado en el papel.
Y entonces en ese intento aparece la dualidad que todos llevamos dentro, no se que escribir pero se que quiero que te lleves, “quiero pero no puedo”.
Todo ronda como un gran torbellino de expresiones y todo ronda como un gran cajón desastre esperando a ser ordenado o no…
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